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A pesar de tus esfuerzos, David, este año te quedas sin bono. Carla fue directa, y David se quedó sin palabras. ¿Qué había pasado? Había cumplido los objetivos, trabajado duro, incluso sacrificado su tiempo personal… Pero el resultado no cambió: su desempeño no fue suficiente.

El problema estaba en lo que no se ve a simple vista, aquello que queda fuera de las listas de tareas o de los informes. David había dejado de lado el propósito más importante de su año: formar a una persona de su equipo para que pudiera asumir su puesto, una condición clave para poder ser promocionado. Pero entre apagar fuegos, atender a colegas y decir “sí” a cada petición de ayuda, nunca tenía tiempo para atender a ese objetivo. 

¿Te encuentras en una situación similar? Tal vez también sientas que la jornada se va en tareas urgentes, dejando lo importante para mañana.

Estamos ocupados todo el tiempo, sin sacar tiempo para lo importante.

David representa a ese 64% de personas que, aunque están ocupadas y comprometidas, posponen una y otra vez lo que realmente les acercaría a sus metas. ¿Te ha pasado? En el fondo sabemos que debemos enfocarnos en nuestras prioridades, pero algo nos frena. Ese algo, en la mayoría de los casos, es una combinación de impulsos y hábitos que hemos formado sin darnos cuenta.

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Identifica el trasfondo de la procrastinación
La procrastinación no es solo cuestión de organizar el tiempo. Es el resultado de cómo enfrentamos los impulsos que dirigen nuestras decisiones diarias. En el caso de David, decir “sí” forma parte de su comportamiento. Es una forma de asegurar la armonía y evitar conflictos.

Esta habilidad la desarrolló desde pequeño, cuando le tocó asumir el rol de hermano mayor de cuatro hermanos y cuidar a los demás. Sin embargo, esa misma disposición al “sí” que lo convirtió en un buen compañero, ahora era un obstáculo en su carrera.

Para muchos, los impulsos no resueltos son los que llevan a procrastinar: decir “sí” sin pensarlo, querer que todo salga perfecto, buscar complacer a todos, o distraerse con facilidad. Estos hábitos y tendencias no son fáciles de erradicar, pero con autoconocimiento y práctica, puedes gestionarlos para sacar el máximo provecho de tu tiempo.

No eres un vago. Lo que pasa es que no reconoces tus impulsos y organizas tus tareas en función a ellas.

Acciones concretas para dominar tus impulsos y aprovechar tus mejores horas
Reconociendo sus patrones, David decidió hacer un cambio que transformó su manera de trabajar y sentir. Empezó a aplicar tres estrategias prácticas y alcanzables, que tú también puedes implementar:

  1. Identificó sus horas de máxima energía y las protegió: David descubrió que su mejor momento de concentración era a primera hora de la mañana. Decidió blindar ese tiempo de 9:00 a 10:30 exclusivamente para trabajar en sus proyectos más importantes y dedicar media hora a formar a su sucesor y el resto a los objetivos importantes. Notificaciones apagadas, teléfono en modo avión y una nota en la puerta: “Si no es urgente, vuelve después de las 11:00”. Este simple cambio le dio el enfoque y la tranquilidad que necesitaba para avanzar.

  2. Desarrolló el hábito de “déjamelo pensar” antes de comprometerse: Antes de aceptar nuevas tareas, David tomó el hábito de decir “déjamelo pensar” en lugar de decir “sí” automáticamente. Esta pausa le ayudó a evaluar si cada solicitud merecía su tiempo y energía. Este hábito le permitió priorizar de forma consciente, evitando tareas que no sumaban a sus objetivos principales.

  3. Reforzó su compromiso y aceptó la constancia sobre la perfección: Aunque a veces rompía su nueva rutina, David decidió enfocarse en la constancia. Empezó a valorar las pequeñas victorias: un día de éxito le daba impulso para mantener su hábito al día siguiente. Poco a poco, su cambio de enfoque se convirtió en una nueva manera de trabajar, en la que él llevaba el control de su tiempo y proyectos.

 

El impacto en su bienestar y productividad fue inmediato: sus mañanas ahora tenían sentido y propósito, Al proteger su tiempo y organizar su jornada alrededor de sus objetivos, David ganó en confianza. 

Los resultados no tardaron en llegar:

  • Aumentó la satisfacción y avanzó más rápido hacia sus metas.

  • Dejó de ser un «pica pica» y se convirtió en el líder que su empresa quería

  • Promocionó antes del año

 

¿Listo para identificar y gestionar tus propios impulsos?
El autoconocimiento es un camino transformador. En Dream School, hemos diseñado un curso que te ayudará a identificar y gestionar esos impulsos que pueden estar frenándote. Este curso está pensado para quienes buscan mejorar su rendimiento sin sacrificar su bienestar y calidad de vida. Si quieres aprender a gestionar tu cronotipo (tus ritmos biológicos), a organizarte según tus mejores horas y a dominar los impulsos que afectan tu rendimiento, este programa es para ti.

En este curso, aprenderás a:

  • Descubrir tu ritmo biológico y aprovecharlo al máximo. Te enseñaremos a identificar tus momentos de máxima energía para que dediques tus mejores horas a lo que realmente importa.

  • Identificar tus impulsos y patrones automáticos que pueden estar afectando tu productividad. Descubrirás cuáles son los impulsos más comunes, desde el «sí» automático hasta el perfeccionismo, y cómo empezar a gestionarlos.

  • Implementar hábitos de productividad sostenible que te ayudarán a mantener tu enfoque y energía, sin caer en el agotamiento o la saturación.

Beneficios concretos para tu carrera y bienestar Imagina una jornada en la que no solo avanzas en tus objetivos, sino que también llegas al final del día sintiéndote satisfecho y motivado. Una jornada en la que tu trabajo está alineado con tus metas a largo plazo, y en la que el estrés y las tareas urgentes ya no te apartan de lo realmente importante.

Invertir en tu autoconocimiento y habilidades de gestión personal tiene un impacto directo en tu bienestar y en tu carrera. Los cambios que implementarás te ayudarán no solo a mejorar tu productividad, sino también a reducir el estrés, aumentar tu satisfacción y hacer que cada día de trabajo cuente.

¿Te animas a dar el paso?

La procrastinación es una trampa común, pero con las herramientas adecuadas, puedes liberarte de ella y empezar a trabajar de una forma más enfocada y satisfactoria. En Dream School, estamos aquí para guiarte en este camino, con formación práctica y aplicable desde el día uno.

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